- Nombre: CN-SoledadPand. 1162 palabras. Este artículo fue redactado originalmente en inglés por Chloe Jones/Especial para Cronkite News
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PHOENIX – La pandemia ha afectado a diferentes personas de diferentes maneras, causando estrés financiero debido a la pérdida de empleo, bajas calificaciones, presión en relaciones de parejas y la preocupación de que los seres queridos vulnerables podrían contraer el COVID-19.
Pero un factor que ha afectado a los estadounidenses en todo el país es la pérdida de la conexión social. Incluso antes de que la pandemia cerrara escuelas, restaurantes y lugares de trabajo la primavera pasada, se estima que 3 de cada 5 estadounidenses reportaron una creciente sensación de soledad, según el Índice de Soledad de 2020 de Cigna. Aproximadamente el 73% de los encuestados dijo que a veces o siempre se sienten solos, comparado a un 69% del año anterior.
Pero desde que se declaró la pandemia del COVID-19 en marzo, los médicos temen que ese número está aumentando.
En su orden emitida en marzo Quédese en Casa, Manténgase Saludable, Manténgase Conectado (Stay Home, Stay Healthy, Stay Connected), el gobernador Doug Ducey animó a los arizonenses a hacerconciencia y compartir recursos en sus comunidades con respecto a la prevención del suicidio. La iniciativa reconoció una teoría líder en la ciencia del comportamiento que establece dos suposiciones sobre cuándo las personas se vuelven suicidas: un deseo de pertenencia que no se cumple, y la sensación de ser una carga para quienes las rodean.
Ambos sentimientos, dicen los médicos, pueden agrandarse bajo los factores estresantes asociados al COVID-19, especialmente para los jóvenes. De hecho, los adultos de 22 a 29 años “están en alto riesgo de aumento de soledad y salud mental”, según un estudio publicado en el Journal of Adolescent Health en octubre de 2020.
El estudio vinculó esos factores a aumentos en la depresión y la ansiedad, y advirtió de posibles efectos latentes.
“Se espera que los impactos negativos en la salud conductual causados por la pandemia alcancen su máximo nivel hasta nueve meses después del brote inicial”, encontró el estudio.
Cierres de escuelas
A mediados de marzo, Ducey y la Superintendente de Instrucción Pública Kathy Hoffman cerraron las escuelas durante dos semanas. La mayoría de las escuelas estaban en las vacaciones de primavera en ese momento, y los estudiantes cruzaban los dedos para que los cierres fueran de corta duración. Pero los cierres de escuelas se extendieron hasta el final del año escolar y las clases se reanudaron en línea.
Las graduaciones, los bailes de graduación y otros eventos clave en la vida social de la mayoría de los adolescentes fueron pospuestos o cancelados. Pero esos no son los únicos eventos que se perdieron.
“Ir a clase, por ejemplo, no es simplemente caminar en una aula, sentarse, escuchar la clase y salir”, dijo Nadine Kaslow, psiquiatra y jefe del sistema de salud Grady en Atlanta. “Es pasar el rato con la gente, pasar el rato con ellos después, una gran cantidad de esa conexión social informal es mucho más difícil de hacer en este momento”.
La pérdida de estas pequeñas interacciones puede exacerbar los sentimientos de soledad y potencialmenteponer a alguien en mayor riesgo de suicidio, dijo Kaslow. Los jóvenes muy involucrados en actividades extracurriculares pueden ser particularmente vulnerables a esto.
El deseo de pertenecer
La presión de “encajar” entre los jóvenes puede ser un factor estresante durante los tiempos normales, y las pautas de distanciamiento social que restringen las actividades donde los niños interactúan y forjan vínculos pueden aumentar ese efecto, aumentando los sentimientos de desesperación, dijo Kaslow.
Por otro lado, señaló, los niños que son socialmente ansiosos o sienten que no pertenecían a un círculo social pueden estar mejor, porque estas pautas quitan la presión de encajar.
“No se sienten tan solos en esto”, dijo Kaslow, “así que es más normalizado para muchas personas”.
Cargas y rutinas
La Dra. Elizabeth McKenna, pediatra de Healing Hearts Pediatrics en Chandler, dijo que ha experimentado un despunte en niños que luchan con la salud mental, particularmente la ansiedad, desde que comenzó la pandemia.
En un programa financiado por el estado, ella y otros médicos de Healing Hearts, un centro de atención primaria pediátrica y una red de proveedores, evalúan la salud mental de los pacientes al comienzo de cada visita. Ella dijo que ha ayudado a los miembros del personal a conectar a los niños con el apoyo que necesitan, especialmente aquellos cuyos síntomas de salud mental pueden no ser obvios.
Las personas con ansiedad suelen hacer frente a la aplicación de una rutina normal, dijo McKenna. Cuando la escuela está cerrada y los niños están en sus hogares todo el día, esta rutina normal se interrumpe y la ansiedad y la depresión existentes pueden aumentar.
McKenna dijo que a algunos de sus pacientes en edad escolar les preocupa que COVID-19 mate a toda la población mundial, junto con sus familias.
“Los padres traen a casa toda su preocupación, y luego eso va a los niños”, dijo.
Muchos padres no se dan cuenta de cómo sus emociones pueden transferirse a sus hijos, que probablemente no están tan preparados para manejarlas, dijo McKenna.
A veces, cuando los niños interpretan los sentimientos negativos de los demás, comienzan a sentir que son una carga, y que las personas a su alrededor estarían mejor sin ellos.
Chris Segrin, un científico de comportamiento de la Universidad de Arizona, dijo que esta sensación de seruna carga es un gran factor de riesgo cuando se trata de suicidio. Pero a veces, agregó, todo lo que senecesita es un comentario de una persona para cambiar momentáneamente los pensamientos de alguien alrespecto del suicidio.
Pero la salud mental durante la pandemia depende del sistema de apoyo con el que una persona está aislada, dijo Segrin. Las experiencias negativas en relaciones tensas pueden intensificarse, pero también hay una oportunidad para que la relación sane con el tiempo extra juntos y las experiencias positivas pueden intensificarse en relaciones felices, o el tiempo extra juntos puede agregar estrés.
Las suscripciones a Zoom y otras aplicaciones de chat de vídeo están aumentando, y aplicaciones de teléfonos inteligentes como House Party traen una noche de juegos en el mundo en línea. Y algunos jóvenes están redescubriendo los métodos tradicionales de conexión.
Xavier Valdez, un estudiante de último año de Hamilton High School en Chandler, dijo que se ha estado conectando con sus amigos a través de la extensión de Google Chrome Teleplay (anteriormente Netflix Party)para noches de cine virtual.
Jessica Wastchak, otra estudiante de Hamilton, dijo que ella y sus amigos han estado enviándose por correo cartas escritas a mano.
“Como seres humanos, somos esencialmente criaturas sociales”, dijo Segrin. “Está literalmente en nuestro ADN conectarnos con otras personas durante los momentos de estrés”.
La escuela en línea no es lo mismo que la escuela en persona. FaceTime no es lo mismo que cara a cara. Y un abrazo virtual no es lo mismo que sentir un abrazo de verdad. Pero los médicos instan a la solidaridad en estos tiempos universalmente difíciles.
La organización National Suicide Prevention Lifeline (Línea para la Prevención Nacional del Suicidio) también ofrece apoyo gratuito y confidencial a través del 1-800-273-8255.
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